Diagnóstico
La neuropatía periférica tiene muchas causas potenciales. Además de una exploración física, que puede incluir análisis de sangre, el diagnóstico por lo general requiere lo siguiente:
- Una historia clínica completa. El médico revisará tu historia clínica, incluidos tus síntomas, estilo de vida, exposición a toxinas, hábitos de consumo de bebidas y antecedentes familiares de enfermedades del sistema nervioso (neurológicas).
- Examen neurológico. El médico podría revisarte los reflejos de los tendones, tu fuerza y tono musculares, tu capacidad para sentir determinadas sensaciones y tu postura y coordinación.
El médico puede solicitar pruebas, por ejemplo:
- Análisis de sangre. Estos pueden detectar deficiencias vitamínicas, diabetes, función inmunitaria anormal y otras indicaciones de afecciones que pueden provocar neuropatía periférica.
- Pruebas de diagnóstico por imágenes. Las exploraciones por tomografía computarizada (TC) o imagen de resonancia magnética (IRM) permiten detectar hernias de disco, tumores u otras anomalías.
- Pruebas de función nerviosa. La electromiografía registra la actividad eléctrica de los músculos para detectar lesiones de los nervios. Una sonda envía señales eléctricas a un nervio, y un electrodo colocado a lo largo del trayecto del nervio registra la respuesta del nervio a las señales (estudios de conducción nerviosa).
- Otras pruebas de función nerviosa. Estas podrían incluir una prueba de reflejos autónomos que registra cómo funcionan las fibras nerviosas autónomas, una prueba del sudor y pruebas sensoriales que registran cómo sientes el tacto, la vibración, el frío y el calor.
- Biopsia de nervio. Esto consiste en extraer una pequeña parte de un nervio, por lo general, un nervio sensorial, para buscar anomalías.
- Biopsia de piel. El médico extrae una pequeña porción de piel para detectar una reducción de las terminaciones nerviosas.
Siguiente: tratamiento de la neuropatía periférica →
Contenido: Mayo Clinic.