¡Seguimos cuidando tu salud! Recuerda: el uso de cubrebocas es obligatorio durante tu estancia en el hospital; con esto evitamos la propagación de enfermedades respiratorias.
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Se trata de tu salud: no te arriesgues, ponla en las mejores manos.
Es un defecto en la pared abdominal por donde se exterioriza alguna estructura del interior del abdomen y no siempre ocurre en el intestino.
Los tipos más comunes son:
Cuando una parte del intestino sale por una abertura o debilidad de la pared abdominal inferior o cerca de la ingle. Se identifican por un bultito entre el muslo, la ingle y, en el caso de los hombres, si entra en el escroto puede causar dolor e inflamación.
Cuando una parte del intestino sale por una abertura o debilidad de la pared abdominal cerca del ombligo. Son frecuentes en recién nacidos o hasta los 6 meses de edad y se detecta como un bultito cerca del ombligo cuando el bebé llora.
También puede aparecer en adultos y suelen causar muchas molestias abdominales.
Es una complicación frecuente que ocurre posterior a una operación abdominal, por ejemplo, de vesícula, apendicitis, cesáreas, entre otras. Esta hernia se puede distinguir como una bolita en la cicatriz o alrededor de ella.
Las molestias de las hernias dependen del sitio donde se encuentran. Si está localizada a nivel de ingle, se notará una tumoración (protrusión) y dolor en la zona; si está en el ombligo, habrá una tumoración o bolita que protruye o sobresale a través de la cicatriz umbilical; si es hiatal o diafragmática, los síntomas son acidez, reflujo, dolor al pasar alimento, hipo, asma, dificultad para respirar o tos.
Las hernias pueden ser congénitas, es decir, desarrollarse desde el nacimiento, o adquiridas durante la vida, por ejemplo, después de un traumatismo, cirugía o por una debilidad en la pared abdominal. Estos son algunos factores que favorecen su aparición:
Hombres entre los 75 y 80 años
Hombres con una prostatectomía
Niños menores de 5 años
Bebés prematuros o de bajo peso al nacer
Personas con índice de masa corporal bajo
Personas con trastornos del tejido conectivo
Obesidad
Embarazos múltiples
Posterior a una cirugía abdominal
Diálisis peritoneal
Bebés prematuros
Bebés con bajo peso al nacer
Adultos con sobrepeso y obesidad
Mujeres con varios embarazos
Tos o estreñimiento crónico
Actividades intensas
Continua presión dentro del abdomen
Dificultad para orinar
Cargar objetos pesados
Después de un esfuerzo o traumatismo
Éste depende del tamaño y localización de la hernia, así como de las características del paciente. Sin embargo, todas requieren de tratamiento quirúrgico para reparar el defecto (hernioplastia), ya sea por vía abierta o laparoscópica. Ocasionalmente puede colocarse una malla para completar este procedimiento.
Aunque la mayoría de las hernias pueden no causar molestias, es importante acudir a una valoración médica para tratarla oportunamente y evitar complicaciones que pueden poner en riesgo tu vida:
Presión en los tejidos cercanos: la hernia crece tanto que puede extenderse a otras partes del cuerpo causando hinchazón y más dolor.
Hernias encarceladas: puede obstruir el intestino y causar dolor intenso, náuseas, vómito e incluso impedir el movimiento intestinal.
Estrangulación: la hernia corta el flujo sanguíneo de la pared intestinal provocando muerte de los tejidos e infecciones graves que necesitan cirugía de forma inmediata.
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