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En esta cápsula de #DeporteySaludMédicaSur, la tenista Ale Llaneza y el Dr. Álvaro Lomelí, jefe de Medicina de Rehabilitación, nos hablan del codo de tenista o codo de golfista.
1.- ¿Cómo podemos detectar que tenemos codo de tenista o de golfista?
El codo de tenista se puede detectar con la presencia de dolor en la zona lateral del codo, especialmente al tomar objetos con la mano, o también al rotar el codo con la palma hacia arriba. Generalmente se presenta con la actividad física. No necesariamente se produce por jugar tenis, la mayor parte de las veces ocurre por actividades de la vida diaria.
En el codo del golfista, por otra parte, se siente dolor en la cara interna del codo y ocurre al flexionar la muñeca y rotar el antebrazo con la palma hacia abajo. Se desarrolla este problema al realizar actividades en las cuales se cargan objetos con la mano flexionada.
Puede ocurrir que se tengan las dos molestias simultáneamente.
2.- ¿Cuánto es el tiempo aproximado para rehabilitarse?
El tiempo es variado porque depende de la antigüedad del padecimiento, de la intensidad del dolor y de la capacidad de respuesta de cada organismo. Con un programa de rehabilitación física y analgésicos antiinflamatorios, puede resultar favorable entre 15 a 20 sesiones.
Otra modalidad terapéutica son las ondas de choque, que se aplican directamente en la zona dolorosa. Es una sesión cada semana hasta completar tres. Los resultados favorables son de alrededor del 70%.
3.- ¿Se puede curar totalmente?
Sí, puede curarse totalmente, depende del tiempo de evolución y del grado de lesión.
4.- Cuando existe un padecimiento de codo de tenista o de golfista, ¿podemos seguir jugando? Y en caso que así sea, ¿qué medidas debemos tomar?
Siempre que existe dolor asociado a la práctica deportiva, es recomendable suspender y retornar hasta que ya no exista dolor, que la fuerza sea la habitual y el movimiento se pueda realizar en toda su extensión. Ocasionalmente y bajo supervisión del médico tratante, puede reactivar la actividad deportiva hasta donde no existan molestias. Por otra parte, es muy conveniente que los músculos que no estén afectados se mantengan en entrenamiento para evitar desacondicionamiento.
Dr. Álvaro Lomelí Rivas