Problemas del talón y tobillo
Existen muchos problemas relacionados con el talón que en su mayoría, surgen por un mal apoyo del pie. Esto trae como consecuencias: dolores, deformidades en el calzado y dificultad para encontrar un zapato cómodo.
El especialista, diagnosticará el problema, brindará consejos de prevención para el cuidado y los cambios de hábitos de los pacientes, instaurando así un tratamiento efectivo para el padecimiento, haciendo de esta manera, mínimo el recurso de la cirugía.
Los padecimientos más comunes relacionados con el tobillo son:
- Esguince de tobillo. Es una lesión de los ligamentos en la zona externa del tobillo, estos se estiran demasiado y pueden llegar a romperse. Se produce al “falsear el pie”, moverlo de forma incorrecta o caer.
Se puede encontrar desde un tobillo inflamado, con hematoma y con dolor al moverlo o apoyarlo, hasta ruptura de éste. La intensidad de los síntomas depende de la gravedad de la lesión. La rehabilitación es básica y debe de ser iniciada tempranamente para que el tobillo se reponga adecuadamente.
- Inestabilidad lateral de tobillo. En caso de ser mal manejados, el paciente puede presentar esguinces de repetición en el tobillo. Esto causa un tobillo “débil” que limita las actividades de la persona.
Dicho padecimiento dependiendo de la severidad, puede ir desde terapias de rehabilitación, uso de calzado adecuado, hasta estabilización quirúrgica de la articulación.
- Lesiones de los tendones peroneos. Estos tendones corren paralelos por detrás del hueso más externo del tobillo. Este tipo de lesión puede llegar a ser aguda o crónica, y generalmente se presenta en deportistas.
- Dolor en el talón. También denominado “Dolor de arco”, este padecimiento se debe a tensión o inflamación del ligamento largo en la planta del pie. Este dolor se desarrolla debido al exceso de uso, zapatos sin soporte, incremento de peso o lesión aguda; si persiste por más de una semana, acuda con el especialista.
- Espolón calcáneo. El espolón es un crecimiento óseo en la parte inferior del calcáneo, el hueso que forma el talón. Se debe a la excesiva tracción que ejerce la planta del pie en su sitio de fijación al calcáneo. En la mayoría de los casos un adecuado tratamiento médico elimina el dolor por completo.
- Dolor del tobillo. Se debe a menudo a una torcedura, pero también puede ser causado por inestabilidad del tobillo, artritis, gota, tendinitis, fractura, compresión de un nervio, infección, tumor y mala alineación estructural de la pierna o pie.
El tratamiento inicial puede consistir en reposar, ponerse hielo, elevar e inmovilizar la pierna, incluir medicamentos anti-inflamatorios o fisioterapia y en casos severos, procedimientos quirúrgicos.
- Enfermedad de Haglund. Es la presencia de un crecimiento excesivo del borde posterior del calcáneo, que genera un roce con el zapato y con ello dolor e incomodidad. Puede manejarse sintomáticamente y en los casos más avanzados, proceder a una intervención quirúrgica.
- Tendinitis o inflamación del tendón de Aquiles. Es una patología que se presenta tras un esfuerzo excesivo del tendón de Aquiles (al saltar o correr) o en personas como maratonistas, habituadas a usar zapatos de tacón alto y que cambian bruscamente a zapatos planos.
- Pie de Charcot. Es una debilidad repentina de los huesos del pie. Generalmente se presentan en pacientes con una lesión nerviosa o neuropatía preexistente como en el caso de los diabéticos. Los huesos se vuelven débiles, hasta el punto de fracturarse.
El pie de Charcot es una condición seria, que de no ser tratada adecuadamente desencadena deformidades tan graves, al grado de ser necesario amputar de la extremidad.
- Pie reumático. El reumatismo deformante puede atacar al pie, originando las más graves deformidades sobre todo en el antepié; la cirugía de mínima invasión puede ser una herramienta valiosa.