Ejercer la profesión en forma libre y sin presiones de cualquier naturaleza.
Laborar en instalaciones apropiadas y seguras que garanticen su práctica profesional.
Tener a su disposición los recursos que requiere su práctica profesional.
No emitir juicios concluyentes sobre los resultados esperados de la atención médica.
Recibir trato respetuoso por parte de los pacientes y sus familiares, así como del personal relacionado con su trabajo profesional.
Tener acceso a educación médica continua y ser considerados en igualdad de oportunidades para su desarrollo profesional.
Tener acceso a actividades de investigación y docencia en el campo de su profesión.
Asociarse para promover sus intereses profesionales.
Salvaguardar su prestigio profesional.
Recibir remuneración por los servicios prestados.